Cada
mes cerca de 90 personas con algún tipo de discapacidad mueren en el
Reino Unido tras perder la prestación social porque son declaradas
"aptas para el trabajo", según unas últimas cifras del Ministerio de
Trabajo y Pensiones.
Los discapacitados o pacientes con
enfermedades crónicas en el Reino Unido que soliciten ayuda a los
servicios sociales deben someterse a una prueba para evaluar la
capacidad de trabajo (WCA), un test diseñado por el DWP que no ha estado
exento de polémica.
Continúa leyendo www.diariovasco.com