Apolonio Gonzales de 53 años, que participaba en la vigilia de las
personas con discapacidad en la Plaza de San Francisco de La Paz,
Bolivia, murió este lunes por presunta falta de atención médica.
Apolonio que padecía una discapacidad física, estuvo desde el inicio en
la vigilia junto a más de 20 personas. “Él tuvo dolores en la espalda y
los pulmones el sábado por la noche, lo trasladamos al Hospital de
Clínicas, le dieron unos calmantes y le
dijeron que se fuera, no lo quisieron atender. Finalmente falleció este
lunes en la 1:30 de la madrugada”, según Jorge Flores, dirigente de la
vigilia de La Paz.
Apolonio
no tenía recursos, pedía limosna en las calles con eso mantenía a tres
hijos, una de sus hijas también tiene discapacidad. La inserción laboral
de las personas con discapacidad en Bolivia es menor del 1%.
Desde hace dos semanas unas 150 personas con discapacidad y sus familias realizan una marcha entre Cochabamba y La Paz, con la intención de presionar a las autoridades para que sea aprobado un bono de 500 bolivianos mensuales para las personas con discapacidad. El Gobierno de Evo Morales rechaza esta propuesta y solo mantendrá el bono anual de 1.000 bolivianos que perciben las personas con discapacidad grave y muy grave.
A tres semanas de la instalación de las vigilias y a 15 días del inicio, la caravana avanza hacia la capital boliviana, a pesar de las 25 bajas registradas hasta el miércoles por el mal estado de salud de los marchistas, expuestos a las inclemencias del tiempo y al agotamiento físico y mental.
Desde hace dos semanas unas 150 personas con discapacidad y sus familias realizan una marcha entre Cochabamba y La Paz, con la intención de presionar a las autoridades para que sea aprobado un bono de 500 bolivianos mensuales para las personas con discapacidad. El Gobierno de Evo Morales rechaza esta propuesta y solo mantendrá el bono anual de 1.000 bolivianos que perciben las personas con discapacidad grave y muy grave.
A tres semanas de la instalación de las vigilias y a 15 días del inicio, la caravana avanza hacia la capital boliviana, a pesar de las 25 bajas registradas hasta el miércoles por el mal estado de salud de los marchistas, expuestos a las inclemencias del tiempo y al agotamiento físico y mental.