Tras años y años, las personas con discapacidad siguen sin poder desplazarse libremente en los transportes públicos.
Ni para trabajar, estudiar, acudir al médico, disfrutar de su ocio o
porque les de la gana como cualquier ciudadano, que deberían tomar
conciencia masivamente de que este asunto les incumbe pues mañana
podrían necesitarlo.
Ahora los responsables tienen la excusa de
la crisis, pero cuando el dinero se desbordaba por las costa de España
tampoco lo emplearon en lo que debían.
Cronología de ejemplos de lucha en estos años.