LAS
REPERCUSIONES DE LA POLIOMIELITIS.
Más
de un millar de navarros sufre polio, una enfermedad que el
franquismo ocultó en los 50.
El retraso en la dispensación masiva y gratuita permitió el contagio de la infección.
Los enfermos reclaman al Gobierno foral y central más apoyos para afontar las secuelas, que se agravan con los años.
"Mucha
gente no quiere que se sepa por qué algunos nos contagiamos mientras a
otros niños afines al régimen sí que se les protegió", denuncia la
presidenta de la Asociación de Afectados de Polio y Síndrome Postpolio,
Lola Corrales, en referencia a las campañas de vacunación que
la Dirección General de Sanidad (DGS) llevó a cabo entre 1955 y 1958. En
tres años se vacunaron sin publicidad alguna a 200.000 niños.
En
la carrera hacia la vacuna tomaron ventaja dos científicos que
mantuvieron una dura competencia por imponer sus respectivas vacunas,
Jonas Salk (1955), inactivada e inyectable, y Albert Sabin (1958),
atenuada y oral. Mientras los países occidentales adoptaban una u otra
de inmediato, la respuesta española fue tibia, sin una decidida acción
gubernamental que implantara un programa de inmunización masivo.
Puedes leer el artículo en www.noticiasdenavarra.com
ASOCIACIÓN AFECTADOS DE POLIO Y SÍNDROME POST-POLIO
www.postpolioinfor.org
informacion@postpolioinfor.org